21 diciembre, 2010

Otro año

No se me ocurre mejor foto ni mejor texto para estos años

Lo de otro año no lo digo por que se acaba 2010 sino porque desde el sábado mi dni dice que tengo 35 años. Pronunciarlo y escribirlo produce terror pero bueno, es de las pocas cosas contra las que no se puede hacer nada. Si mañana los niños que cantan la lotería son majos, lo de tener 35 va a pasar a un segundo plano. De hecho, pasaría a un tercer plano porque desde hace años, el final de año supone estar preparando belenes en los colegios, obras de navidad y poniendo notas. Y eso quita mucho más tiempo del que la gente cree. Te llevas trabajo a casa, te quedas más tiempo preparando todo....

El caso es que en cuanto pasa el puente de principios de diciembre debe de haber una autopista de hielo del tiempo porque cuando me doy cuenta me estoy comiendo las uvas. Se juntan el final de trimestre en el colegio, con el cumpleaños, con las comidas de trabajo, con la lotería, con la nochebuena...y pasa todo tan rápido que da vértigo y casi ni me doy cuenta, como este año, de que hago un año más.

En este caso, para bien, otro año. Pero no un año más. Un gran año.

11 noviembre, 2010

Respeto

Una imagen que dice mucho, que lo dice todo. Precisamente hoy, ha sido un día en el que la palabra respeto ha salido de mi boca varias veces. Es quizá uno de los aspectos más básico a la hora de educar a alguien: el respeto.

Si este concepto se hiciese extensible a toda nuestra vida, todos viviríamos más tranquilos, más relajados, con menos preocupaciones, sin ningún remordimiento. Parece fácil pero no lo es. Respetar cuesta. Respetar totalmente cuesta mucho.

Yo mismo me doy cuenta de lo difícil que debe resultar para un niño adquirir el concepto de respeto cuando todos los días observa la falta de este entre los adultos. Quizá la solución sea que vean respeto hasta en lo más sencillo; hasta en un futbolín.

28 octubre, 2010

mes diez

Es que no pienso ni decir el nombre del mes que corre porque me está tocando los cojones demasiado. Llevo desde el día 2 casi sin trabajar por culpa de las enfermedades. Empezando por una operación, para continuar con una lumbalgia y terminar con un dolor de muelas pavoroso.

Al colegio he ido porque ya me tocaba las narices estar tanto tiempo sin hacer nada y porque los niños son pocos pero si pasan mucho tiempo sin su tutor, al final se desmadran.
Así que ven ya noviembre porque estoy del mes diez hasta los cojones. He dicho.

19 octubre, 2010

Quiero que la televisión sea así

No hace falta ser maleducado, ni borde, basta con dejar las cosas claras desde el principio y no dejar el menor resquicio de duda respecto a tus pretensiones. Esto mismo intento aplicarlo a diario e incluso veo cómo lo hacen otras personas pero debería estar mucho más extendido. Y no sería un mal comienzo que la televisión ayudase a algunas personas a darse cuenta de ello. Quizá así, en el día a día, mucha gente tendría claro que nadie tiene porqué pisarte y encima pretender que te quedes callado.

08 octubre, 2010

+ 8

Cosas que cambian y cosas que no. Hace casi exactamente ocho años el autobús llegó a Conde de Casal, que por cierto ya no existe como estación, del metro me bajé en Iglesia y ahí comenzaron casi siete años de Madrid.

Hoy, ocho años después, estoy de nuevo en Madrid. Ya no vivo aquí pero estoy con las dos primeras personas con las que empecé a vivir en esta ciudad. Las circunstancias son distintas pero una vez "en casa", nada ha cambiado. Eso me transmite buenas sensaciones y ahora que pasado el tiempo puedo comparar me doy cuenta de que ciertas cosas siguen siendo igual. Es extraño, paradójico pero bonito.

Se podría decir que he perdido la cercanía inmediata, pero en realidad, no he perdido nada, de hecho, he ganado mucho.

07 septiembre, 2010

Dando pasos, subiendo peldaños

Ayer, Juan Ramón Lucas, en su programa matinal, hizo referencia a una cita de Martin Luther King: da tu primer paso con fe, no es necesario que veas toda la escalera completa, sólo da tu primer paso.

No me suelen llamar la atención este tipo de citas pero esto, como todo, depende del momento. La escuché camino del trabajo, en el coche, cuando iba pensando en algunos aspectos de las últimas semanas, que han sido, por así decirlo, diferentes. No es mala filosofía, para épocas como esta, esa de dar pasos sin necesidad de saber qué va a pasar más adelante. Puede que hace tiempo analizase más detenidamente qué sucedería si hacía o dejaba de hacer algo. Pero, ¿acaso vale de algo?

No pretendo ser radical, hay cosas que merece la pena pensar más de una vez, pero otras... se viven y punto. Creo que ya hay demasiadas cosas programadas en nuestras vidas como para pararse a pensar en todo al milímetro.

Empieza un nuevo curso tras algunos cambios en mi vida y no se dónde lleva esta escalera pero voy a subir peldaños.

23 julio, 2010

Si quieres, pide

Si quisiera podría pedir lo que le diese la gana. Sabía que cualquier capricho, por extraño, que fuese, sería concedido. No había problema porque para eso, hacía tiempo que se había asegurado un estatus imposible de alcanzar para la mayoría.

Sabía tener todas sus necesidades cubiertas. La materiales, las personales, las profesionales. Y de vez en cuando pedía. Y tenía. Era fácil, satisfactorio. Podía estar contento consigo mismo y hacer felices a los que tenía a su alrededor.

Esa tarde se sentó en la terraza. Veía el pueblo de fondo. El mar. Anochecía. Se fijó en la Luna y en las estrellas que empezaban a asomar. Todo estaba como tenía que estar. Leyó un rato mientras disfrutaba de un buen ron.

Cuando anocheció completamente, volvió a levantar la mirada hacia el cielo. Vió una Luna luminosa, enorme. La pidió e inmediatamente fue suya. Los demás la observaban, pero él sabía que era suya. No volvió a desear nada.

12 julio, 2010

¡¡¡ CAMPEONES DEL MUNDO DE FÚTBOL !!!

"¿Vosotros estáis contentos? Pues entonces nosotros también". Si es que mi abuela es la mejor. Ellos acostados al poco de empezar el partido pero sin dormir porque escuchaban los gritos y las voces de los que veíamos la final en el bar de al lado. Y hoy al llegar a su casa me dice "ya hemos visto la copa". Es impresionante que a su edad, casi 90 años, y con el poco interés que despierta en ellos todo lo que tenga que ver con el fútbol, se empapen, a su manera de todo esto.

A mi padre, por otro lado, le gusta el fútbol pero incomprensiblemente no es seguidor de ningún equipo. Y ayer en el bar pude ver en sus ojos una luminosidad que no le había visto en mucho tiempo.

Ver estas cosas, aparte de lo que ahora estoy viendo en televisión, el recibimiento en Madrid, o he leído en los periódicos hoy, son las que hacen que me emocione y crea que todo esto merece la pena, mucho, y de las gracias por haberlo vivido ahora.

08 julio, 2010

Desde pequeño

Cuando le das las primeras patadas a un balón, cuando las porterías de fútbol once te parecen eternas, cuando juegas en 5ºB, cuando haces los equipos a pares y nones, cuando te regalan tus primeras botas con tacos o tu primer balón de cuero o cuando metes gol en una portería hecha con abrigos en mitad de una calle, en esos momentos no te imaginas que una noche de julio se te pondrán los pelos de punta y te emocionarás de ese modo por un gol.

Algo tan sencillo como un gol y el sonido de un silbato. Ojalá fuese todo tan sencillo.

30 junio, 2010

Un año


Hace una hora, se ha cumplido un año de mi llegada a Plasencia. Podría describir muchas sensaciones o pensamientos acerca de ello pero me he dado cuenta de que estoy algo así como bloqueado.

Es un día extraño porque coincide con el final de curso y eso supone, algunos años, despedirse de gente a la que acabas apreciando. Este año parecía que no iba a ser así, pero sólo parecía.

Todo cambia cuando tras siete años decides remover tu vida. Cambian cosas para bien y cosas para mal. Me quedo con las primeras.

Quizá más adelante se me suelten los dedos pero, como he dicho, hoy estoy bloqueado; para bien y para mal.

13 junio, 2010

¡¡ Al fin !!

Tres años viendo partidos de segunda. Como broma ya ha sido suficiente así que espero que los que dirigen hayan aprendido algo de esto y apuesten algo más por la cantera. Llegará luego Messi y nos hará la picha un lío pero al menos lo hará un grande. Gora Erreala.

09 junio, 2010

Puedo ser lo que me proponga



Que sí, que tiene un estilo muy Extremoduro, pero no se puede esperar otra cosa del ex-guitarrista del grupo. Y como esto no lo vamos a escuchar en determinadas radios y en ciertos garitos, pues al menos el blog ofrece la posibilidad de escuchar un rato de guitarra macarra, que de vez en cuando sienta bien al cuerpo.

Rock&Roll a deshoras.

01 junio, 2010

Sin doctrinas


Desde que soy maestro siempre me han aburrido los libros de texto. Me ayudan, me orientan y está todo organizado y secuenciado. Pero ya. No le veo mayor utilidad y entiendo las caras de los niños cuando ven determinadas páginas. Por eso me niego a seguirlos al pie de la letra. Si algún contenido no lo veo útil, necesario o educativo, no lo doy. Me parece mucho más enriquecedor profundizar en otros aspectos.

Me gusta hacerles pensar, pero no hacerlo sin más, que razonen, que expliquen, que se den cuenta de los errores de ciertas afirmaciones y que incluso me hagan ver a mí en qué estoy equivocado. Esa inocencia y descaro que tienen cuando aún son niños son de las que me nutro para poder hacer diferentes mis clases. Es cierto que hay aspectos que hay que enseñar aunque sean aburridos (para ellos y para mí) pero en todo lo posible intento salir de la rutina que intenta imponerme el libro.

Siempre he escuchado que muchas de las cosas que se aprenden en el colegio luego apenas se utilizan. Y como creo que es cierto, cada vez que doy una clase tengo esa idea muy presente. Para los profanos en términos educativos, existe algo llamado competencias. Suponen que trabajando esas competencias preparamos a los niños a aplicar con utilidad los conocimientos que les enseñamos. Pero me da que eso no les da ni el 20% de lo que van a necesitar.

Gracias a mucha gente con la que he tenido la suerte de trabajar, he confirmado que todo lo que no viene en los libros nos lo tenemos que sacar nosotros de la manga. Y en eso estoy, en intentarlo al menos. Han tenido que pasar algunos años para encontrar gente que tuviese una visión parecida a la mía y creerme que no eran paranoias mías.

Y me gustaría que Sara, Elena, Belén, David o Julio, que quedaron,la mayoría en Madrid, en un colegio difícil, supiesen que parte de lo que soy como maestro se lo debo a ellos.

Ojalá que el hecho de haber aprobado unas oposiciones valiese para algo más que para acomodarse y nos sirviese para asumir la responsabilidad que tenemos todos los días. Creo que es muy fácil, pero si te gusta y vives lo que haces.

24 mayo, 2010

Sólo caminar


Decidió salir a dar un paseo, aunque no le apetecía demasiado. Tras casi dos días sin salir de casa era lo mejor que podía hacer. Después de cerrar la puerta cayó en la cuenta de que no había pensado donde iba a ir, pero eso daba igual.

Apenas encontró gente, quizá porque ya eran las nueve y hacía algo de frío. El caso era salir, no encontrarse con nadie conocido y poder pasear tranquilo sin tener que pararse a saludar o a comentar con algún vecino el tiempo que hacía.

Cuando volvió a mirar el reloj eran más de las diez. Había caminado sin parar durante más de una hora y le pareció que ya era hora de volver. No tenía hambre, ni frío, pero igual que salió de casa, decidió volver.

A medida que avanzaba se daba cuenta de que no quería volver pero algo le empujaba a seguir caminando. Ya faltaba menos, apenas dos calles. Una y giró. Su casa no estaba. El solar que ocupaba estaba vacío. Las mismas casas a izquierda y a derecha, la misma casa enfrente. La suya no estaba.

Se abrochó el abrigo, respiró profundamente y comenzó a caminar de nuevo ." Ya aparecerá", pensó.

21 mayo, 2010

Cuentos nocturnos primaverales

Cada frase que leemos nos da vida. No nos da minutos, desgraciadamente. Nos da vida pero esa clase de vida que no se ve, que no hace ruido cuando entra. Es la vida que lleva cada uno dentro.

Leer no te hace persona, pero ayuda. A cada uno nos educan, nos hacen como somos, la familia, los amigos, la sociedad, el entorno...Eso, creo, es la base, pero una vez que esa base la tenemos, vienen los extras. Y leer es un extra.

Esos extras son los que nos dan la vida, más vida. Nos dan pensamientos, reflexiones, observaciones de otra gente. Nos proyectan en nuestro interior millones de películas que cada uno forma como quiere. Todos somos directores de cine cuando leemos.

Hay quien nunca descubre ni tiene ese extra aunque bueno, quizá tenga otros que yo ni siquiera acierto a imaginar. Pero, de hecho, es interesante escuchar que un niño de diez años llega un día y te dice (palabras casi literales) "Maxi a mi antes no se me quedaba nada pero he hecho lo que tú dijiste y funciona. Me imagino lo que leo como si viese una película y me lo se".

Con diez años me parece un lujo tener ese extra y sí, muchos de los que estáis leyendo tendréis ese extra desde antes incluso pero no me dejan de sorprender esos pequeños detalles. Y en esto y en todo, los pequeños detalles cuentan.

23 febrero, 2010

La lían parda cuando quieren

Los norteamericanos son especialistas en montarla, para lo bueno y para lo malo. Te paran la circulación en mitad de Chicago y te montan un concierto a cualquier hora del día para un show televisivo con coreografía incluida de todas y cada una de las personas que están allí en ese momento.

Es freak sí, pero la canción me da buen rollo y me ha parecido entretenido el vídeo. Y he dicho entretenido, nada de perfecto o inmejorable; sólamente en-tre-te-ni-do.

11 febrero, 2010

Conducir, o algo parecido.

Todo en el mismo viaje, en treinta kilómetros, en veinticinco minutos, todo gratis.

Tras unos minutos conduciendo, escuchando a Francino y mirando de reojo como van disminuyendo los números que marcan la temperatura exterior, veo algo a lo lejos. Son dos pájaros negros, enormes, en la carretera. Están a unos ciento cincuenta metros. Levantan el vuelo muy a su pesar, odiándome supongo. Paso justo al lado de lo que parece parte de algún animal muerto. El desayuno.

El termómetro sigue bajando y tras atravesar un pueblo casi fantasma, que parece haberse quedado varios años atrás, comienza la dehesa. La carretera la divide y no son uno, ni dos, ni tres, sino muchísimos los terneros que se pueden ver mamando.

Gracias a la cantidad de agua acumulada en grandes charcas, se ven cigüeñas. No parece gran cosa dicho así, pero cuando las cigüeñas están a menos de cincuenta metros de tí y en una misma charca hay más de veinte, la verdad es que el espectáculo merece la pena.

Todo esto a mitad de camino y aún quedan por ver peces saltando cuando vas sobre un puente que atraviesa un pantano y un ave rapaz (no me preguntéis cual) que pasa tan rápido y tan cerca de la luna del coche, que sólo te queda tragar saliva y seguir su vuelo con la mirada.

Hay gente que viaja para poder ver todo esto, que paga por ello. Hoy parecían haberse puesto de acuerdo todos. No me ha hecho falta poner la dos para ver el documental de turno. Ha sido suficiente con ir a trabajar.

Todo en el mismo viaje, en treinta kilómetros, en veinticinco minutos, todo gratis.

22 enero, 2010

Adiós Iñaki; grande Iñaki

Pues a mí, sinceramente, me parecía tan diferente al resto, que marcaba la diferencia. Lo único bueno de todo esto es que me gusta Silvia Intxaurrondo. Sí, vale, como mujer y como periodista. Me parece que transmite la información de un modo que tranquilo y sin tremendismos, lo cual es de agradecer. Eso sí, perderemos el gran momento de la opinión de Gabilondo. Y a él.

Gracias Iñaki.

07 enero, 2010

Sólo quiero agua

Víctor dejaba correr el agua porque le gustaba el sonido que hacía. Podía pasarse toda la tarde viéndola correr y escuchando como caía. El psicólogo les había dicho que no era nada grave, quizá se le pasaría con el tiempo. En absoluto. Los días pasaban y el agua no dejaba de correr. Si cerraban el grifo, lloraba, en silencio, pero lloraba. Quizá fuese su propio cerebro el que activaba su tristeza para que el agua no dejase de caer. El grifo sólo podía cerrarse cuando estaba profundamente dormido. Todos en casa llegaron a acostumbrase a tener siempre algún grifo abierto.

Esa semana les visitaron unos amigos con un niño de cinco años que observaba todo con una sonrisa tranquila. Mientras hablaban, los niños jugaban y el agua sonaba, se oyeron unas palabras, con aquella sonrisa tranquila. "¿Por qué no vivís cerca del mar?". Silencio, sólo el agua. Víctor se levantó, cerró el grifo y volvió. "Mamá, vámonos cerca del mar".