27 marzo, 2009

Saliva irónica

Palestinos buscan refugio durante un ataque israelí a un colegio de la ONU en Beit Lahia (Gaza) en enero.

Ironías de la vida:

1 - Hoy, como todos los viernes, me he sentado para comer con la gente del colegio. Ahora que hace buen tiempo, terraza. En otoño caen hojas pero ahora cae, literalmente, polen de los árboles. Parecía que nevaba polen. Me ha dado el puntazo y he ido a la farmacia a por algo para la alergia porque si no me habrían entrado los siete males.

Abro el prospecto y leo. Me dice que cuide mi higiene bucal porque las pastillitas en cuestión reducen el nivel de saliva y producen sequedad de boca, por tanto aumenta el peligro de caries. Efecto secundario raro pero gran advertencia.

2 - Ayer, como algunos jueves, compro El País. En las primeras páginas me encuentro con esa foto. Y me hace tragar saliva. Cierro el periódico, levanto la cabeza y respiro. Necesito procesar una foto así. Vuelvo a tragar saliva y busco de nuevo. Me fijo en los detalles. No encuentro las palabras, ni siquiera ahora, para poner un nombre a lo que veo.

Sólo hay un problema, nos han y nos hemos acostumbrado a tener saliva suficiente como para aguantar fotos como esta. Qué pena. Qué asco. Qué mierda. Lo digo por mi, lo digo por todos.

24 marzo, 2009

Medias huelgas

Mañana hay convocada una huelga en la enseñanza no universitaria de Madrid. Hasta la fecha he hecho todas y cada una de las huelgas. Pero hacer un día de huelga en todo el curso resulta absurdo. Además luego firmarán cualquier tontería y las cosas realmente importantes quedarán aparcadas.

Nunca me ha importado que me descontasen noventa o cien euros por día de huelga pero si con eso se consigue algo. Tendría sentido hacer huelga martes, miércoles y jueves. Si se sientan a negociar y sigue sin pasar nada pues la semana siguiente lo mismo. Quizá entonces, hasta los padres, los hijos y los espírutus santos vendrían a manifestarse con nosotros.

Lo único que pido es que en mi colegio no haya niños esperando un diagnóstico porque la orientadora sólo puede ir un día a la semana. Que si hacen falta maestras o maestros de pedagogía terapeútcia o de audición y lenguaje, los manden. Que si estoy haciendo un curso de páginas web en mi colegio no se caiga el servidor porque se conecten doce ordenadores a la vez. Que si desde septiembre tenemos un proyecto de huerto escolar, nos faciliten los materiales para montarlo. Y un infinito etcétera.

No quiero que me suban el sueldo. Quiero poder decir que doy clase como se debe, sin trabas y sin parches. Porque la niña o el niño que tengo delante de lunes a viernes puede que sea el médico que cure a alguien que quiero, o el maestro que enseñe a mis hijos, o el albañil que construya mi casa, o el piloto que haga aterrizar el avión que me lleva de vacaciones.

Huelga sí, pero que no nos tomen el pelo que no estamos para gilipolleces.

16 marzo, 2009

Por aquel que lo merezca



Este corto participa en un concurso de un programa de tve que emiten en la 2. Entrando en su página se pueden ver más cortos y la verdad es que merece la pena ver alguno alguno de ellos. http://www.enconstrucción.tv/

Además, este tipo con gafitas no parece el típico rapero pero el tío se pone a cantar y sorprende la verborrea que tiene.

12 marzo, 2009

Pereza informativa

Llevo unos días con la sensación de no querer más información, ya sea de telediarios y periódicos o cosas que cuenta la gente sobre vete tú a saber quien. Lo primero tiene fácil solución, y es no ver noticias y no leer periódicos durante un tiempo. Lo segundo no es tan sencillo. Nadie puede evitar escuchar esas frases que comienzan con un "sabes que...", "ayer me dijeron que...". Es cierto que, en ocasiones, al oir la palabra "que" desconecto y asiento mostrando interés. Sin embargo, con determinadas personas (o según qué temas) merece la pena escuchar hasta el final. Pero son las menos. En general, últimamente, me he vuelto selectivo (odio esta palabra) con lo que soportan mis oidos y mi mente.

No parece apropiado, educado, de buena gente, o como cojones se quiera llamar, la actitud que te lleva a dejar de escuchar a alguien pero creo que todos en alguna ocasión hemos topado con un plasta al que cláramente hemos ignorado consciente o inconscientemente. Quizá mi problema es que estos días lo estoy haciendo extensible a más personas de lo habitual.

De momento, no he visto ninguna cara que me indique que se han dado cuenta de mi desconsideración para con ellos. Y que dure. El caso es que tras analizar unos días esta sensación creo que podría llamarlo fase de pereza informativa, o saturación.

Espero que sólo sea consecuencia de la acumulación en mi sangre de las primeras partículas de polen de la primavera y con paciencia y alguna pastilla que otra, pase esta perezosa fase.