28 octubre, 2008

Sencillo

Saliendo del portal, a mano derecha, hay un pequeño parque. Si es temprano aún se pueden ver algunos niños corriendo, desquiciando un poco a sus padres y, en algunos casos, haciéndoles sonreir. Cuando pasan las ocho en el reloj se reúnen grupos de chavales de unos dieciocho años con sus voces, sus cigarros mal fumados y su ropa interior exterior.

Pero lo mejor es pasar sobre las tres de la tarde. En un mismo día puedes ver a varios trabajadores durmiendo la siesta sobre sacos, alguien dando de comer pan a las palomas, un trajeado con un portátil y una pareja mirándose de tal modo que no hace falta que digan nada porque sus miradas las puede escuchar cualquiera que pase a su lado.

Como digo, el parque es pequeño, pero tiene vida. Parece ser que a la gente le gusta, le atrae. Me gusta pensar que a sólo unos pasos hay un sitio en el que la gente se siente bien, sin más, sólo por estar allí, aquí. En ocasiones los sitios más sencillos son los más apreciados. Unos cuantos árboles, algo de recogimiento, poco más.

23 octubre, 2008

Lluvia colateral (katiuska que te crió)

Llueve - algún gilipollas pisa un charco y te salpica (cabrón).

Llueve - los niños se desquician porque no salen al patio (30 metros cuadrados para 22 personas son pocos).

Llueve - se inundan la cocina, el comedor, parte de los patios y la entrada del colegio (pero no pasa nada porque dice Espe que la educación madrileña va bien así que debo ser yo que veo problemas en todos lados).

Llueve - saltan los plomos del colegio y estamos media hora sin dar clase porque no hay luz y no se ve un carajo (tranquila Espe, compraremos velas).

Llueve - se inunda Coslada (one more time).

Llueve - sale el típico tonto de turno recordando lo sana que es la lluvia y lo buena que es para el pelo (¿?).

Llueve - la gente se replantea lo planes de toda una tarde ("es que llueve" dicen).

Llueve - ya hay con qué abrir los telediarios (nos gusta ver al reportero de turno mojándose).

Llueve - llama tu madre para preguntar cuánto ha llovido (ya se sabe que las madres, son madres).

En definitiva, que cuando llueve, todos sabemos lo que va a pasar. Si te pilla de buen humor, lo dejas estar. Pero si te levantas de mala hostia...

16 octubre, 2008

Canciones para tus fines de semana




¿Para qué cojones preocuparse por la voz cuando tienes un bajo y una guitarra que suenan como los ángeles?

Voy a hablar con la directora de mi colegio para ver si las puede traer y se tocan unos temas en la fiesta de navidad.

De que los niños se aprendan las letras ya me encargo yo.

05 octubre, 2008

Más uno, seis

Hace unos seis años estaba en Madrid sin trabajo, sin piso y con trescientos euros. Dormía en un colchón en el suelo del cuarto de la plancha Lo primero que hacía por las mañanas era esperar a que abriesen el kiosko a las siete de la mañana, comprar el Segundamano y empezar a llamar a gente que alquilaba pisos. El resto del día consistía en visitar una media nueve pisos y buscar algo de lo que trabajar.

Y no estoy quejándome, no veo todo aquello como algo especialmente duro. Sabía lo que me encontraría al llegar aquí. Mi futuro a corto plazo era ser teleoperador o algo similar y cobrar setecientos euros pagando trescientos de alquiler. Claro que estoy mejor ahora pero en seis años muy mal me tendría que haber ido como para no avanzar un poco.

¿Vueltas? Pues he dado muchas desde 2002. ¿Gente? De la mayoría guardo buen recuerdo aunque alguna decepción ha habido. ¿Trabajo? He conseguido hacer lo que me gusta. ¿La ciudad? Me gusta, no dejas de descubrir y vivir cosas nuevas de vez en cuando. ¿Lo mejor? Los amigos; los de siempre y los nuevos. ¿Lo peor? Las dos o tres horas que tardo en llegar al Valle del Jerte.

Y con este blog creo que se puede ver parte de todo ese cúmulo de experiencias vividas. Quizá en un futuro valga para algo haber escrito tantas locuras.

02 octubre, 2008

Sile, sile, sile.....nole

Me gusta más el ron que el whisky.
Más la clara con limón que la caña.
Me gusta fumar lucky.
Me gusta más el metro que el autobús.
Prefiero conducir a mirar.
Dormir lo necesario.
Cerrar bares.
Prefiero la barra, mesas mejor no.
Mejor la improvisación que lo previsto.
Me gusta más mi desorden que las estanterías ordenadas.
Recreos sí, exámenes no.
Odio firmar.
Me gustan la niebla, la lluvia y la nieve; por ese orden.
Me gusta el agua fría, en la ducha y en el vaso.
Pan y yema de huevo.
Cerezas cada año, por favor.
Un llamada de teléfono.
Necesito Nirvana o Extremoduro cada poco.
Besar y abrazar, y viceversa.
Odio las camisas y los zapatos.
Me peino como un crio.
Aún desayuno cola-cao.
Plancho y no me disgusta.
Me gusta despertarme de madrugada.
No me disgusta madrugar.
Domingo por la tarde sigue siendo fin de semana.
31 de agosto sigue siendo día libre.
Me gusta escribir, me gusta leer.
Me gusta ser maestro y enseñar a escribir y leer.
Y sí, me gusta ZP.

P.D: Título del post basado en el clásico SILE (si le tengo), NOLE (no le tengo), que siguen repitiendo los niños cuando están viendo los cromos de su amigo y deciden cambiarse los que tienen REPES.