26 junio, 2008

Arrieritos y cerdos

Los últimos días de curso en un colegio son extraños. Lo evidente es que durante una semana no hay críos y eso a estas alturas, y más en este centro, es de agradecer. No es que nos toquemos las narices precisamente. Hacer informes de todos los alumnos, recoger la clase (en mi caso son dos; la mía y la de inglés), reuniones, claustros, papelito arriba, papelito abajo... Ya sé que muchos se están descojonando al leer esto, pero bueno, están en su derecho.

Supongo que en este trabajo, como en cualquier otro, te puedes tomar las cosas de dos modos. Una es hacer lo que tienes que hacer, y alguna más que no te corresponde. La otra es pasar tres pueblos de todo, de lo tuyo y de ayudar a los demás.

Pero este año es todo más extraño aún. Al capullo de director este que tenemos hemos conseguido largarle del colegio y se respira un clima de tensa espera. Una mezcla de alegría, de venganza y de sonrisa complice con la gente.

Jamás nadie provocó en mí esta unión de odio y asco que se ha ido acumulando en estos dos años. Así que ahora que el jodido es él, me alegro. Hay gente que dice que para lo que le queda y ya que se va, que da igual todo. No lo creo. Una persona que hace daño intencionadamente, que humilla, que insulta y que desprecia a sus propios compañeros, se merece todo lo peor que le pueda pasar.

Y si alguno no está de acuerdo, que piense en los cuatro años de educación hipotecada que han sufrido los alumnos del colegio. Si no gestionas bien un centro, si no reclamas profesionales en audición y lenguaje o profesores de apoyo cuando tienes la posibilidad de hacerlo, lo que consigues es lo que hay ahora. Y lo que hay en este colegio son alumnos con problemas que no reciben la atención que merecen, hay falta de recursos para trabajar, hay instalaciones deterioradas, hay desmotivación...

Sabio el refranero español. "Arrieros somos y...", y "a cada cerdo...". Que se joda, que le vaya mal, que le puteen tanto como él nos ha puteado al resto, que sufra. Básicamente, que le den por el culo.

16 junio, 2008

Un año más

Ayer estaba complicado, pero siendo la Real Sociedad, me quedaba la esperanza de que a las ocho estuviese dando saltos yo sólo en el salón. Al final sucedió lo más lógico: me quedé sentado en el sofá como un imbécil y bastante mosqueado por los dos últimos partidos.

Luego, viendo cómo remontaron los turcos un 0 - 2 a quince minutos del final del partido, me reconcilié con el fútbol. Pero por momentos me entraba la mala hostia viendo a Nihat metiendo goles. ¡¡ Qué tiempos aquellos en los que Nihat y Karpin montaban la contra y Kovasevic fundía porterías !! Sigue mi mosqueo de forofo realista e intento ocultarlo pensando en los cuatro días que me quedan de clase y pensando que el día treinta acaba el curso.

Así que si a Villa le da por meter cuatro goles más y acabamos campeones de Europa, pues bien. Y si no, pues también.

11 junio, 2008

Tu cara en un sobre

Ayer repartí seis cartas. Iban dirigidas a los padres de los alumnos que considero que deben repetir. Les indicaba que es recomendable que pasen un año más en 4º porque no alcanzan los niveles mínimos. De hecho, algunos alcanzan a duras penas un nivel de 3º. Seis son muchos, es cierto, pero visto el nivel del grupo a principios de curso, es casi sorprendente que no sean más.

Ahí no sólo decido yo, ya que, desgraciadamente, por mi clase pasan hasta seis profesores, algo más propio de secundaria que de primaria. Pero una vez consultados algunos de ellos, han coincidido en que deben "no promocionar" (como se dice ahora) o "repetir" (como se decía antes).

Podría haber cogido el teléfono e informado a los padres en cuestión pero dado que la mayoría de las veces ni siquiera contestan al teléfono, opté por la vía postal. El caso es que ya contaba con que alguna de las cartas se abriese antes de llegar a sus destinatarios. Y se abrieron.

Al entrar hoy en clase corrían los rumores sobre las cartas, sospechas, confirmaciones, y sobre todo, caras. La cara que se te queda cuando lo sabes. Me jode ver esas caras pero estoy convencido de que más de mi parte no puedo poner para que eso no suceda. Si los padres no se preocupan, si la administración no pone más medios cuando se necesitan, ¿qué más se puede hacer?

En fin, cosas de la educación. Y las que quedan.