28 noviembre, 2006

Impás


Los momentos de impás, que son muchos, nos enseñan que nuestra paciencia es siempre mucho mayor de lo que pensamos. El impás no es esperar, es algo más. Las esperas son cortas, el impás es desesperante, tu mente se convierte en algo parecido a la fotografía de hoy. Pero si algo podemos hacer es aprender a vivirlos como una forma de educar nuestra paciencia. Si tienes poca, consigues aumentarla, y si eres una persona paciente puedes llegar incluso a vivir esas situaciones como una forma de conocerte mejor a tí mismo. E incluso tomar futuros momentos de impás como un reto, un juego. Eso, o te lo tomas como una putada más de la vida. Y como de éstas ya hay muchas, me quedo con la primera. Como alguno se lo estará preguntando... sí, vivo un momento de impás.

22 noviembre, 2006

Miedo

Titular en la web de un periódico de hoy:

NUEVO MAPA DEL ADN HUMANO
El 10% del genoma explica las diferencias entre las personas
'Nature' publica un estudio que analiza las variaciones del ADN humano

Si con el 10 % explican diferencias entre personas, me da miedo pensar que van a hacer cuando descifren el 100 % de todas las G, A, T y C que nos han asignado. Seremos diferentes por unos pares de bases de estas letritas más que por nuestra piel, nuestro origen o nuestras costumbres. Y de ahí a que en nuestro carnet ponga qué enfermedades somos propensos a tener y la estimación del año de nuestra muerte habrá poco.

Sin embargo también veo la parte buena. Con esto pueden demostrar, si quieren, claro, que entre un pobre y un rico, un asiático y un germano, o cierta mujer y cierto hombre, puede haber muchas más similitudes de las que a primera vista se ven.

Podemos optar por el sectarismo brutal basado en diferencias de adn o por la eliminación de barreras mentales que impiden acercarnos a la gente y empezar a pensar que cualquier persona que tengamos enfrente pudiese ser "casi" nosotros mismos. Aunque sea de otro sexo, aunque su color de piel sea otro y, sobre todo, aunque sea racista. G, A, T, C nada más y nada menos.

18 noviembre, 2006

Necesidades


No me hace falta nada de lo que compro. Sin embargo, compro lo que voy pensando que no me hace falta y, además, algo más que no tenía pensado. No sé si me siento culpable porque tampoco sé en qué otras cosas podría emplear ese dinero. Pensar en futuro económico y de ahorro me agobia. No me da el cerebro para ello, ni ganas. Bastante hago con pagar las facturas que el banco me va enviando; coche, piso, internet, móvil, comedor, tarjeta de crédito..... Pero me jode pensar que, tarde o temprano, voy a tener que pensar en ese futuro con euribor. Por eso mi subconsciente aprovecha el tiempo que falta para que llegue ese día y sigue permitiéndose compras vanales y censurables. Me doy pánico, en esto y en todo.

Felicidades



Me gusta saber que mi abuelo sigue cumpliendo años. Ya son más de 80. No voy a soltar un discurso sobre él. Sólo quiero felicitarle. Y sobre todo poder seguir disfrutando de él. Saber que cuando voy a su casa siempre tiene una sonrisa y podemos hablar, hablar y escucharle.

14 noviembre, 2006

La calle



Hoy he vuelto andando a casa. No me preguntéis porqué, me apetecía caminar, así sin más. Es casi media hora de camino aunque lo habitual es coger el metro; dos paradas, quince minutos. Y me ha pasado lo mismo qué otros días en que decido ir tranquilo por la calle. Me pongo a ver la película. Es como si fuese rodando una película al mismo tiempo que ando. Y si una toma no me gusta, aparto la vista y vuelvo a rodar. Es una película coral, con historias paralelas, en las que los protagonistas de éstas dan pie al siguiente personaje para que tenga su momento de gloria.

Me meto tanto en la película que cuando acaba, aun sabiendo que ha durado sólo unos instantes tengo la sensación de haber visto la saga de Stars Wars. No sé que cara pondré cuando mis ojos van rodando por la calle. Me da igual. Me gustan mis películas, son baratas.

08 noviembre, 2006

Sarandonga


¡¡¡ Nos vamo a comé, un arroz con bacalao !!! Pero qué fáciles somos. Que es viernes o víspera de fiesta, como hoy en Madrizz, pues se nos pone una sonrisa de imbéciles en la boca. Nos dan ganas de hacer tantas cosas que, aún sabiendo que al final sólo haremos un par de ellas, empezamos a dar vueltas en la cabeza "cuando salga del trabajo llamo a Pumuki, y luego quedo con Espinete, ah! y si está este fin de semana abierto en Barrio Sésamo me acerco....." Luego Pumuki no responde, Espinete ya tiene planes y no te apetece ir a Barrio Sésamo.

De momento mañana toca visita a Ikea (ufff que pereza). 3 o 4 horas perdidas para comprar conglomerado ligero y algún complemento inútil, imprevisto pero divino de la muerte y muy muy original. Y el viernes otra vez la misma sensación, la misma llamada, a Don Pimpón esta vez y nada de llamar a Txema que ese dice que vende pan y luego vende otras cosas. ¡¡¡ que chíviri , que chíviri !!!