Mentes cerradas, divisiones insospechadas

Un breve resumen del esfuerzo que supone enseñar según que cosas a según que gente

Mes y medio

Ilustración del gran Jorge de Juan (espero que me permita la licencia de colgar esto aquí).

Creo que el viernes volveré a trabajar. Todas estas semanas de baja han valido para recuperarme (al menos es la sensación que tengo), para estar con los míos y para cambiar de casa una vez más.

Se puede decir que ya estoy instalado completamente. Traslado, papeleos de todo tipo, deshacer cajas, colocar, recolocar y sobre todo un detalle bastante nimio pero no por ello menos importante, adornar. Siempre he tenido la impresión de que hasta que no has puesto láminas, posters o cuadros, según el caso, no estás del todo en ella. Es algo así como la marca de la casa. En mi caso debo incluir las plantas, el lado femenino, o gay como dice "el novio de Alabama", debe salir por algún sitio.

Volver a compartir piso no está siendo difícil. Tenía miedo de haberme convertido en un maniático al estar viviendo sólo durante diez meses; pero no. Supongo que la experiencia de haber compartido piso, casi ininterrumpidamente, desde el 95 ayuda bastante.

El único inconveniente del nuevo piso es tener que pasar todos los días por 45 minutos de metro. Hora y media diaria de vagones, frenazos y miradas al reloj. No obstante, el metro me gusta, nunca me he agobiado en él, ni siquiera cuando va hasta arriba y llevas tanta prisa que sabes que no vas a llegar a tiempo. Siempre pienso eso de "te jodes, haber salido antes".

Como decía, el viernes empezaré mi semana laboral. Un día sí, ya lo sé, pero mejor así, poco a poco. ¿No lo harías vosotros si pudiérais? Seguro que sí.

Sublimar

Esta canción me tiene sublimado, en el sentido físico de la expresión.¿Sublimará a los lectores del blog? Es sencillita pero oye, que se puede decir que me viene gustando. Y ya.