18 junio, 2007

Desde las alcantarillas


Entiendo que hay veces en que hay que ver las cosas desde otro punto de vista. Dicen que ayuda a ver el problema desde un ángulo diferente y quizá así encontrar una solución. Pero es que esto vale para todo, problemas económicos, problemas laborales, problemas de amor....problemas.

Y hasta ahí todos de acuerdo, hay que buscar otro punto de vista, intentar salirse del problema. Pensamos esto siempre que no sea el nuestro. Cuando damos consejo todo es fácil pero cuando nos pasa algo, lo que anteriormente dijimos, se olvida.

Ponte es su lugar, míralo de otra forma, piensa que hay solución, ya se arreglará, venga que tú puedes (ésta es la peor), ten en cuenta otros factores, sal y no te preocupes, pero sonrie hombre... Que sí, que yo miraré las cosas desde otro punto de vista pero la próxima vez dejadme que lo haga desde el único lugar que me queda; desde las alcantarillas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me cuesta creer que las alcantarillas sea el único lugar que te queda, demasiado oscuro para ver con claridad. Cuando hay un problema, mejor pensar que algún día se desvanecerá y que mirarás atrás sintiéndolo como un vago recuerdo que in cluso te hará reír. Es la manera más positiva que he encontrado para enfrentarme a ellos, y funciona...casi siempre. Nefer

Anónimo dijo...

Un momento! No es en las alcantarillas donde vivian las tortugas ninja? Pq no pruebas a pedirle consejo a su rata sensei...Splinter!

Si no funciona, prueba esto: Te coges dos sillas. Te sientas en una y le cuentas lo q te preocupa a la silla vacia...luego te cambias a la silla vacia y aconsejas a la silla q dejaste! Funciona fijo.
Y si no, haz lo q hago yo, ponte a leer como un loco a Calvin y hobbes! es q no falla!
Raquel, murakami

Máximo dijo...

Pues créeme Nefer, he utilizado tantos sitios y tantas formas distintas de intentar ver las cosas que creo que sólo me quedan las alcantarillas. Quizá es que a veces todo es como describió Platón en "República", vemos sombras de la auténtica realidad.

En vez de las dos sillas, ¿vale una en un bar y darle el tostón al camarero de turno? Ya sabes, con la excusa de variar la percepción de la realidad pues que caigan unas cuantas cervezas.