24 mayo, 2007

Oidos sordos


Y no a las palabras necias, que se podría perfectamente. Hablo de esa capacidad que debemos tener, aquí en Madrid al menos, de pensar que no oimos lo que oimos. Vas por la calle y escuchas coches, semáforos, música de comercios, gente gritando a tu lado, perros, niños... Creo que he llegado a un punto de nirvana acústico que consiste en juntar todo eso, hacerlo una bola y reducirlo hasta un punto de acústica soportable. Es como ponerse unos auriculares sin demasiado volumen y que se puedan percibir sonidos del exterior y sonidos del mp3.


Creo que ayuda el hecho de trabajar en un colegio. Para escuchar a un niño y explicarle algo mientras el resto de la clase habla debes tener la capacidad de aislarte mínimamente para al menos escucharte a tí mismo, ver si lo que estás diciendo tiene coherencia y el que escucha se entera de algo de lo que dices.


Aparte de eso creo que todos hemos pasado por horas infinitas de clase en la facultad o en el instituto en las que tu mente volaba por cualquier sitio que no fuera la clase y cuando te dabas cuenta habían pasado varios minutos y ya no se hablaba de Carlomagno; cuando despertabas estaban ya Colón y los hermanos Pinzón pidiendo visado en Cuba. Lo que comento es la misma sensación pero en mi caso es algo voluntario. Cuando los decibelios suben mi grado de tolerancia disminuye y con él la atención que presto a ciertas cosas.


Y me está empezando a pasar con algunas personas. Cuando veo que me van a aburrir con sus historias no puedo evitar escucharlas, pero en un segundo plano en la escala auditiva. Tostones los justos, que estamos en campaña (de cerezas; aclaro para los ajenos al Valle del Jerte).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En realidad, lo que te pasa,ya lo explicaba muy bien Aldous Huxley en su libro " Las puertas de la percepción". Eso de filtrar estimulos es algo natural pq si no, nos volveriamos locos.

Imagina si ademas de estar pendiente de fijarte en el numero de autobus para no equivocarte, prestases la misma atencion a las vueltas de la rueda, al color de los pendientes de la de alante, al roce del reloj contra tu piel...terminariamos piradisisimos!

Asi que por eso terminar por no escuchar el ruido de los coches y las madres q te ladran...todo gracias a..."la valvula de cierre"! Que solo deja pasar lo justo a nuestra consciencia! tachán!

Pero tengo una buena noticia que quizá te alegre...tiene una solucion...si estas dispuesto a probar emociones nuevas a saber lo q se siente cuando percibes todo con la misma intensidad, a rozar la locura..."MESCALINA". Es el principio activo del peyote, produce q se abra esa valvula de cierre y lo deje pasar todo..ufff!

Y por eso el grupo The Doors, se llama asi! Por el libro de Aldous Huxley, Las puertas de la percepción! Ja! Paso demasiado tiempo en el metro. Raquel,Murakami

Máximo dijo...

Nada de drogas murakami, que estamos en campaña y hay que solidarizarse. Y la válvula de cierre pensé que era otra cosa jeje. Seguiré filtrando.