Ayer me tragué el último viaje por la A-5 de vuelta a Madrid. El siguiente viaje que haga será sólo de ida. Cuando estás metido en el coche no te das cuenta, o casi, pero hay tantos momentos en que dices gilipollas, hijo de puta o suspiras cuando estás metieno cuarta para pararte a quinientos metros, que cansa. Me gusta llevar el coche, pero no así. No tengo prisa por llegar pero salir y desquiciarse es todo uno. Y eso que para paciencia, la mía.
Me alegro de haber estado aquí casi siete años pero me da a mí que algo que voy a agradecer es no perder unas 6 horas de media el fin de semana. Eso sin contar el hacer y desahacer la maleta y la pasta que te dejas en gasolina.
Y mañana toca despedirse de los enanos. La verdad es que la clase que me ha tocado este año merece la pena, les subiría la claúsula de rescisión y les ampliaría el contrato sin dudarlo.
A partir de julio utilizaré, desgraciadamente, mucho más el coche, pero qué diferencia. Algo bueno de irse. Mucho bueno y mucho malo estos últimos días. Lo malo para otro día.
3 comentarios:
Volveras a solicitar la guarda de Kenia?
ya verás como no hay color, disfrutar del amanecer tranquilo, con la única compañía de las cigüeñas y saborear cada día la luz... vas a flipar!!!! Bienvenido
Kenia está a buen recuado. Flipando estoy ya creo yo jejeje.
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