Víspera de elecciones nada mejor que hablar sobre ello. Muchos ya conocéis mis simpatías y antipatías políticas. Pero por encima de esto creo que se deben analizar aspectos que van más allá de lo que está bien o mal hecho. En una gestión cuatro años tengo en cuenta qué aportan las leyes que se aprueban a nuestra sociedad, y no sólo a intereses personales del momento.
Si defendemos una sociedad y un país abierto, tolerante e integrador, sus leyes deben estar en concordancia con estos principios. Si muchos de nosotros defendimos en su momento la no participación española en conflictos en el extranjero que respondían a intereses económicos estadounidenses, lo lógico es retirar las tropas que en ese momento estaban en Irak, como hizo en unos pocos meses el gobierno de Zapatero.
Si nos llevamos las manos a la cabeza a diario con las noticias sobre la violencia de género, lo lógico es aprobar, como se ha hecho, una ley que defienda a quienes son agredidas y ponga medios para frenar a cualquier cabrón que se le pase por la cabeza intentarlo.
¿Sociedad plural que admite con normalidad cualquier opción sexual? Pues si es esto lo que quiero, apruebo una ley de matrimonio homosexual.
La corrupción, en todas sus formas nos preocupa, de modo que se aprueba una ley de regulación de conflicto de intereses, que al menos establece penas y tipifica los delitos en este ámbito.
Ley del estatuto del trabajador autónomo, aprobada con el apoyo de las dos asociaciones mayoritarias del sector.
Una de las mayores causas de mortalidad son los accidentes de tráfico. Si con las campañas no es suficiente pues se refuerza con una reforma del código penal en materia de seguridad vial y con la implantación del carnet por puntos.
Otra causa de innumerables muertes y enfermedades: el tabaco. Para ello también legislo y apruebo una ley anti-tabaco.
Ley de reproducción asistida. Gracias a esta ley, en España se puede investigar con células madre para, intentar al menos, mejorar la vida de muchas personas con enfermedades consideradas crónicas o incurables como la diabetes por ejemplo.
Sí, todos nos vanagloriamos de defender la igualdad de género, nos parece injusto que desempeñando el mismo puesto de trabajo, nuestra mujer o nuestra hermana cobre menos. Pues seamos consecuentes y aprobemos, como ha hecho este gobierno la ley de igualdad.
Ley de dependencia. Si tengo un familiar a mi cargo que, por desgracia, no es capaz de valerse por sí mismo, lo que necesito no es compasión, necesito un apoyo económico mínimo. Ahora tengo la suerte de no necesitar esa ayuda, pero si un día la necesito sé que hay una ley, aprobada en estos cuatro años, que me asiste.
No miremos sólo qué nos promete cada partido en estos últimos días. Seamos consecuentes y analicemos todo lo aprobado estos últimos cuatro años. Más allá de datos económicos puntuales, me gusta pensar que hay unas leyes que intentan crear igualdad, que buscan una sociedad que ayuda al que menos tiene, al que menos puede y que hay unos servicios que intentan equipararnos a todos.
No voy a votar a Zapatero sólo por lo que pueda prometer, voy a votar a Zapatero porque considero que todas las leyes que se están aprobando dan una idea muy concreta de la sociedad que quiere, y me gusta esta sociedad que busca igualdad y pluralidad.