Los domingos están llenos de rutinas. Creo que todos tenemos la nuestra. Pueden ser incluso varias dependiendo del sitio en el que te encuentres. Ciudades, pueblos, viajes, casas que no son la tuya, la calle, un bar, que más da. En mí, siempre se repite la misma. Encender la radio, sintonizar la cadena SER y escuchar Carrusel deportivo.
Quizá sea porque los domingos suelen extraños y busco algo conocido, voces conocidas que hablan sobre fútbol, anuncios que se convierten casi en chiste, y por qué no, que la Real Sociedad meta algún gol, aunque ahora mismo le hagan falta tres para no jugar con el Cádiz.
Mi padre no es especialmente futbolero, así que supongo que esta afición a verlo, vivirlo, escucharlo y, si se puede, jugarlo, debe ser un gen recesivo que ha esperado años para manifestarse. Y está pasando a ser dominante. ¿Qué es algo muy básico estar escuchando fútbol un domingo? Pues vale, ¿y qué?
Y áridos. Y Alonso cada quince días.