28 noviembre, 2006

Impás


Los momentos de impás, que son muchos, nos enseñan que nuestra paciencia es siempre mucho mayor de lo que pensamos. El impás no es esperar, es algo más. Las esperas son cortas, el impás es desesperante, tu mente se convierte en algo parecido a la fotografía de hoy. Pero si algo podemos hacer es aprender a vivirlos como una forma de educar nuestra paciencia. Si tienes poca, consigues aumentarla, y si eres una persona paciente puedes llegar incluso a vivir esas situaciones como una forma de conocerte mejor a tí mismo. E incluso tomar futuros momentos de impás como un reto, un juego. Eso, o te lo tomas como una putada más de la vida. Y como de éstas ya hay muchas, me quedo con la primera. Como alguno se lo estará preguntando... sí, vivo un momento de impás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

impás, qué bonita palabra, claro q otra cosa es el contexto en la que la emplees.. Pues sí, yo también creo que la paciencia es otra de las cosas que mejoran con el ejercicio.. Por cierto, qué es la foto exactamente?

Anónimo dijo...

Impasse no deberia ser una palabra ni siquiera utilizada cuando segun mi opinion no hay ninguna situacion de la q un ser humano sea responsable que permanezca suspendida en el tiempo...lo q quiero decir es q solo algo ajeno, de lo q no poseemos ningun control puede crearnos esa sensacion, sentir, q no hay salida, q no hay control y q esa situacion no cambia. Pero desde el momento en q tu participas en ese estado, eres capaz de cambiarlo, para bien, o para mal, pero tomar decisiones y afrontarlas rompe el hechizo impasse