Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente - Wittgenstein
09 junio, 2006
Su silencio, gracias
Ahora que llega el verano y la gente se echa a la calle por sistema, ahora que llega el Mundial y mi pequeño cerebro me pide horas de fútbol y ahora que los niños en el cole están más desquiciados de lo habitual porque saben que se acercan las vacaciones, ahora, es cuando aprecio el silencio. Casi siempre suena música o algún programa de radio en mi coche pero, últimamente, me agradezco a mí mismo apagarlo y sólo escuchar el motor. Y si el trayecto se alarga ya no escucho ni el motor, escucho mis pensamientos. No os asustéis, no me pongo a filosofar en el coche (que a veces sí), son pensamientos del tipo..."pfff y ahora tengo que salir a comprar champú que no queda, que camisa más fea lleva ese, ponte en verde ya, arranca gilipollas, ah champú y café también..." Pero eso es silencio. Al menos ese es mi silencio. Nunca lo hice pero creo que me costaría hacer yoga. "Y ahora ponemos la mente en blanco". ¿Por qué? Si yo estoy tranqui, lo que necesito es un cigarrito, un buen asiento, una cerveza. Si soy muy básico oiga. Tengo el nirvana a un paso. La mente en blanco y flotar está bien, creo, pero al menos hasta ahora no me ha hecho falta. Y que dure.
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1 comentario:
que suerte poder alcanzar tan rápido al nirvana maricón.. y q tiempos del smell like teen spirit...
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